Santo Domingo.- El Tribunal Disciplinario de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) suspendió por dos años con la pérdida de los derechos y deberes dentro de la institución al periodista Joseph Cáceres, expresidente de la institución. De igual manera, tomó igual decisión, aunque por un año, contra el periodista Robert Sánchez.
El organismo, que toma sus decisiones con autonomía y se encarga de velar por la disciplina en el seno de Acroarte, también expulsó a los miembros Aridio Castillo, Joseph Tavárez (de la filial de Santiago) y Juan Carlos Jiménez.
Las decisiones del Tribunal Disciplinario fueron sustentadas porque los nombrados incurrieron en actos de violación de la ética profesional actuando en los medios de comunicación desinformando al público de manera premeditada y difundiendo rumores tendenciosos. Asimismo, fueron encontrados culpables de haber violado los estatutos y los reglamentos de la entidad.
En sentido general, el órgano disciplinario de Acroarte determinó que estos miembros cometieron difamación e injuria, se inmiscuyeron en la vida íntima de las personas y violaron los estatutos y reglamentos de la institución.
Todas las violaciones de las que fueron acusados estos miembros, según consta en la Resolución 01-13 del 17 de mayo de este año, están contenidas en los artículos d), g), k) y l) del Código de Ética que controla el comportamiento de la membresía de la institución.
El Código de Ética de Acroarte, en el capítulo IV sobre los deberes para con sus colegas, artículo 19, dice: “El cronista de arte deberá fomentar la fraternidad entre sus colegas, respetar su reputación y brindar solidaridad y amparo a los que sufran vejámenes en el ejercicio de su profesión”.
El Tribunal Disciplinario tomó estas decisiones debido a que es uno de los tres organismos de dirección de Acroarte, creado mediante los estatutos de la institución, con el objetivo de garantizar la dignidad en el ejercicio de la crónica de arte.
El organismo, que toma sus decisiones con autonomía y se encarga de velar por la disciplina en el seno de Acroarte, también expulsó a los miembros Aridio Castillo, Joseph Tavárez (de la filial de Santiago) y Juan Carlos Jiménez.
Las decisiones del Tribunal Disciplinario fueron sustentadas porque los nombrados incurrieron en actos de violación de la ética profesional actuando en los medios de comunicación desinformando al público de manera premeditada y difundiendo rumores tendenciosos. Asimismo, fueron encontrados culpables de haber violado los estatutos y los reglamentos de la entidad.
En sentido general, el órgano disciplinario de Acroarte determinó que estos miembros cometieron difamación e injuria, se inmiscuyeron en la vida íntima de las personas y violaron los estatutos y reglamentos de la institución.
Todas las violaciones de las que fueron acusados estos miembros, según consta en la Resolución 01-13 del 17 de mayo de este año, están contenidas en los artículos d), g), k) y l) del Código de Ética que controla el comportamiento de la membresía de la institución.
El Código de Ética de Acroarte, en el capítulo IV sobre los deberes para con sus colegas, artículo 19, dice: “El cronista de arte deberá fomentar la fraternidad entre sus colegas, respetar su reputación y brindar solidaridad y amparo a los que sufran vejámenes en el ejercicio de su profesión”.
El Tribunal Disciplinario tomó estas decisiones debido a que es uno de los tres organismos de dirección de Acroarte, creado mediante los estatutos de la institución, con el objetivo de garantizar la dignidad en el ejercicio de la crónica de arte.
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