Escrito por Severo Rivera
Tomado de severorivera.com
para Metido Al Medio
Adaptación de Texto: Troi Orlando Espejo
Santo Domingo. La familia de Casandra Damirón, a
quien se le rinde tributo cada año, cometió un grave error al publicar
un comunicado en el que intenta quitarle al nombre de los Premios
Casandra a la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), bajo el
argumento de que la premiación perdió su rumbo. Que allí no se rinde
tributo a su madre y que su la ceremonia se aparta de la esencia
nacional y se acerca más a los intereses foráneos.
Eso es, en resumen lo que plantea el comunicado firmado por Luisa, Papito y Checheo Rivera Damirón en el que informan que “retiran” el nombre de Acroarte para que ésta y la Cervecería Nacional Dominicana descontinúen la entrega que durante 28 años se ha posicionado en el mercado local como la premiación más importante con la que se le rinde tributo a los artistas nacionales e internacionales.
La familia de Casandra Damiron no tiene calidad para decir que retiran el nombre de los premios Casandra. No les pertenece. Es de Acroarte, del país. Actualmente está registrado por la Asociación de Cronistas de Arte y la Cervecería Nacional, junto a la que se comparte la titularidad precisamente porque en 2002 José Eliseo Rivera Damirón (Checheo), en una acción de mala fe, sin avisar a Acroarte, le envió una carta a la Cervecería Nacional en la que lee autorizó registrar dicho nombre para su explotación comercial.
Pero al margen del registro, la familia de Casandra Damirón no observó que los premios Casandra fueron creador hace 28 años por Acroarte. Despacharse con un comunicado como el que salió hoy publicado en la prensa. Pretender quitarle un nombre que ha sido posicionado por los cronistas de arte y la empresa patrocinadora es una afrenta en la que se les ve el “refajo” a la familia de Casandra Damirón, pues con acierto y errores, los mismos son una realidad nacional.
Si bien estoy de acuerdo con uno que otros planteamientos del comunicado, en lo relativo a la propuesta de la producción, la cual, como hemos dicho en trabajos publicados, se aleja de la realidad dominicana, así como los invitados internacionales, entiendo que el tema debió discutirse ampliamente en el seno de Acroarte y la empresa patrocinadora. Pero el tema salió hoy a la opinión pública de mala manera, pues lejos de ayudar, es una oportunidad para dañar una imagen bien ganada en el mercado local.
Los miembros fundadores de Acroarte, así como gente que llegó después y que está consciente del rol de la institución daremos la cara por la misma. Defenderemos nuestro derecho ante los tribunales, pues es ahí donde llegará el caso que hoy comienza.
Asunto de dinero
La familia de Casandra Damirón se interesa hoy por los premios Casandra por la cantidad de dinero que se mueve en su montaje. Más de 50 millones se han invertido en anteriores entregas, y ni hablar de lo que genera la alfombra roja del pre show de los premios. Ese dinero se divide entre los patrocinadores y quien produce la ceremonia. Acoarte no recibe ni un chele de la fiesta de los millones….Eso es lo que ha desatado este lío, que aunque no se ve en el comunicado. Quieren una tajada del pastel y me parece muy bien, pero la forma en que reclaman no es la justa.
José Eliseo Rivera Damirón sabe muy bien lo que estamos planteando, pues cuando creamos Acroarte y el Premio Casandra siempre se mantuvo alejado y nunca mostró interés…(más adelante puedo aportar otros datos, pues conozco muy bien la historia del Casandra y de Acroarte, porque estuve ahí).
Observo una actitud de mala fe por parte de la familia de Casandra con la divulgación de este comunicado.
Un mal manejo
No se cómo ha sido el manejo que le ha dado la directiva de Acroarte a este caso. No han dicho esta boca es mía a sus miembros. Sin embargo, creo ha sido torpe de cara a su membresía, pues todavía no ha convocado a una asamblea extraordinaria para abordar el tema y conocer lo que han hecho. Acroarte se debe a sus miembros y éste es un caso que amerita la participación de todos. No es suficiente con las comisiones negociadoras, el tema debió ser tratado en una asamblea, pero no ha sucedido.
Para este lunes a las 10:00 de la mañana se ha convocado de urgencia a una reunión del Consejo de Asesores integrado por los ex presidentes de la institución, luego de que ayer se enterarán de lo que ya era un secreto a voces: la publicación del comunicado que salió hoy.
Un poco de historia
Los Premios Casandra lo fundamos un grupo de periodistas que en la década de los 80 decidió, primero, crear la Asociación de Cronistas de Arte y luego hacer un premio que llenó el espacio dejado por los premios El Dorado y que hoy son un realidad en la sociedad dominicana. En esos tiempos no primó lo mercurial, era hacer un reconocimiento, pero hoy la historia cambió, pero no tanto como para que la familia de Casandra pretenda adueñarse de lo que no les pertenece.
La aspiración de la familia de Casandra no prosperará en los tribunales. Si le harán daño a la imagen bien ganada por Acroarte en los premios Casandra. El tiempo se encargará de colocar cada cosa en su lugar. Ya veremos lo que pasa en los tribunales si es que ellos pretenden mantener este absurdo.
Tomado de severorivera.com
para Metido Al Medio
Adaptación de Texto: Troi Orlando Espejo
El periodista Severo Rivera le dá respuesta en su página web a la familia de Casandra Damirón
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| Severo Rivera, cronista de espectáculos |
Eso es, en resumen lo que plantea el comunicado firmado por Luisa, Papito y Checheo Rivera Damirón en el que informan que “retiran” el nombre de Acroarte para que ésta y la Cervecería Nacional Dominicana descontinúen la entrega que durante 28 años se ha posicionado en el mercado local como la premiación más importante con la que se le rinde tributo a los artistas nacionales e internacionales.
La familia de Casandra Damiron no tiene calidad para decir que retiran el nombre de los premios Casandra. No les pertenece. Es de Acroarte, del país. Actualmente está registrado por la Asociación de Cronistas de Arte y la Cervecería Nacional, junto a la que se comparte la titularidad precisamente porque en 2002 José Eliseo Rivera Damirón (Checheo), en una acción de mala fe, sin avisar a Acroarte, le envió una carta a la Cervecería Nacional en la que lee autorizó registrar dicho nombre para su explotación comercial.
Pero al margen del registro, la familia de Casandra Damirón no observó que los premios Casandra fueron creador hace 28 años por Acroarte. Despacharse con un comunicado como el que salió hoy publicado en la prensa. Pretender quitarle un nombre que ha sido posicionado por los cronistas de arte y la empresa patrocinadora es una afrenta en la que se les ve el “refajo” a la familia de Casandra Damirón, pues con acierto y errores, los mismos son una realidad nacional.
Si bien estoy de acuerdo con uno que otros planteamientos del comunicado, en lo relativo a la propuesta de la producción, la cual, como hemos dicho en trabajos publicados, se aleja de la realidad dominicana, así como los invitados internacionales, entiendo que el tema debió discutirse ampliamente en el seno de Acroarte y la empresa patrocinadora. Pero el tema salió hoy a la opinión pública de mala manera, pues lejos de ayudar, es una oportunidad para dañar una imagen bien ganada en el mercado local.
Los miembros fundadores de Acroarte, así como gente que llegó después y que está consciente del rol de la institución daremos la cara por la misma. Defenderemos nuestro derecho ante los tribunales, pues es ahí donde llegará el caso que hoy comienza.
Asunto de dinero
La familia de Casandra Damirón se interesa hoy por los premios Casandra por la cantidad de dinero que se mueve en su montaje. Más de 50 millones se han invertido en anteriores entregas, y ni hablar de lo que genera la alfombra roja del pre show de los premios. Ese dinero se divide entre los patrocinadores y quien produce la ceremonia. Acoarte no recibe ni un chele de la fiesta de los millones….Eso es lo que ha desatado este lío, que aunque no se ve en el comunicado. Quieren una tajada del pastel y me parece muy bien, pero la forma en que reclaman no es la justa.
José Eliseo Rivera Damirón sabe muy bien lo que estamos planteando, pues cuando creamos Acroarte y el Premio Casandra siempre se mantuvo alejado y nunca mostró interés…(más adelante puedo aportar otros datos, pues conozco muy bien la historia del Casandra y de Acroarte, porque estuve ahí).
Observo una actitud de mala fe por parte de la familia de Casandra con la divulgación de este comunicado.
Un mal manejo
No se cómo ha sido el manejo que le ha dado la directiva de Acroarte a este caso. No han dicho esta boca es mía a sus miembros. Sin embargo, creo ha sido torpe de cara a su membresía, pues todavía no ha convocado a una asamblea extraordinaria para abordar el tema y conocer lo que han hecho. Acroarte se debe a sus miembros y éste es un caso que amerita la participación de todos. No es suficiente con las comisiones negociadoras, el tema debió ser tratado en una asamblea, pero no ha sucedido.
Para este lunes a las 10:00 de la mañana se ha convocado de urgencia a una reunión del Consejo de Asesores integrado por los ex presidentes de la institución, luego de que ayer se enterarán de lo que ya era un secreto a voces: la publicación del comunicado que salió hoy.
Un poco de historia
Los Premios Casandra lo fundamos un grupo de periodistas que en la década de los 80 decidió, primero, crear la Asociación de Cronistas de Arte y luego hacer un premio que llenó el espacio dejado por los premios El Dorado y que hoy son un realidad en la sociedad dominicana. En esos tiempos no primó lo mercurial, era hacer un reconocimiento, pero hoy la historia cambió, pero no tanto como para que la familia de Casandra pretenda adueñarse de lo que no les pertenece.
La aspiración de la familia de Casandra no prosperará en los tribunales. Si le harán daño a la imagen bien ganada por Acroarte en los premios Casandra. El tiempo se encargará de colocar cada cosa en su lugar. Ya veremos lo que pasa en los tribunales si es que ellos pretenden mantener este absurdo.
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