Apuesto por los Premios Acroarte, pasemos la página

Escrito por Severo Rivera
Periodista de Espectáculos
 

Santo Domingo. En nuestro artículo anterior fijamos una posición del absurdo reclamo por parte de la familia de Casandra Damirón para que ACROARTE no use más el nombre de Premios Casandra para reconocer a los artistas nacionales y extranjeros.

La distinción  en tributo a la hoy fallecida folklorista permaneció durante 28 años, tiempo en el que reitero, su familia y muy particularmente el señor Checheo Rivera no hicieron nada, pues cuando este pudo, lo único que aportó fueron la suma de 800 pesos mensuales que  gestionó cuando era ejecutivo de Barceló, más dos cajas de ron, las cuales eran vendidas para ayudar con los gastos de la oficina de la entidad.

El señor Checheo Rivera, quien ayer en una participación por la vía telefónica en un programa de televisión, intentó faltarle el respeto al nombre de nuestra fallecida madre, para defender su interés mercurial, no se salió con sus pretensiones. La Asamblea de Acroarte, conformada por 65 miembros decidió acoger la petición que  hicieron para que la entidad y la Cervecería Nacional Dominicana no siguieran utilizando el nombre de su madre.

Como refiere la asociación en un comunicado que salió hoy en la prensa, en cada estatuilla se reconoció a Casandra durante 28 años. Por esa labor se mantuvo en la mente de la gente el nombre de Casandra, pero su familia quería un 30% de todo la que generara la transmisión del Casandra y de la alfombra Roja. En este punto los entiendo y considero que tenían derecho, pero las aspiraciones desmedidas del señor Checheo Rivera los hicieron perder la perspectiva.

Acroarte continuará reconociendo el talento  con el apoyo de la Cervecería Nacional Dominicana, esta última ha mantenido un matrimonio por 25 años con el gremio que agrupa a los cronistas de espectáculos. La Asamblea otorgó poderes al Comité Ejecutivo y al Consejo de Asesores, este último integrado por los expresidentes de la entidad para que evalúen las propuestas del nuevo nombre del premio y éstos a su vez lo llevarán a una Asamblea Extraordinaria que será la que finalmente decidirá el nombre que llevará.

 La de echar a un lado el nombre de Casandra Damirón para el premio fue la mejor decisión. Caer en el gancho de la familia de Casandra de entrar en una confrontación legal no era aconsejable, aunque entiendo que desde el punto de vista legal, Acroarte deberá dejar establecido que ellos tampoco podrán usar un nombre en el que no hicieron ninguna inversión.

 Premios Acroarte
A propósito del nombre, es preciso consignar que la Asociación de Cronistas de Arte registró hace unos años el nombre de Premios Acroarte, título por el que nos inclinamos, pues al margen de que la entidad se cuidaría de una acción similar a la que acaba de acontecer, la asociación cuenta con un nombre posicionado en el público.

La de ahora es una magnífica oportunidad para que Acroarte siga fortaleciéndose. Aprovechar los errores y convertirlos puntos positivos. Ahora vendrá un arduo proceso, pues deberán hacer una nueva estatuilla, así como introducir los cambios necesarios en los Estatutos y en los Reglamentos de la premiación.

Es importante que en lo adelante, la directiva de Acroarte tenga mayor control del contenido del espectáculo, así como una renegociación con la Cervecería Nacional Dominicana que posibilite mayores beneficios para la institución, pues de la fiesta de los millones que involucra el Casandra, sus organizadores no reciben nada.
Un nuevo premio es un nuevo reto para Acroarte. La institución continuará.

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